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de modo importante en cuanto la

exoneración de ensayos clínicos no

se pueda aplicar y sea necesario

efectuar tal investigación para

garantizar la bioequivalencia clínica.

Es decir, algunos medicamentos

genéricos están sometidos a

exigencias similares a las de

los medicamentos biológicos.

Su problemática queda, por

tanto, subsumida en la de los

medicamentos biosimilares, que se

resume a continuación.

Desarrollar un medicamento

biosimilar puede resultar tanto o más

costoso que el medicamento que

en su día fue innovador, toda vez

que todas las agencias reguladoras

exigen demostración de identidad o

similaridad en los efectos mediante

ensayos clínicos de fase II/III. En

esta segunda década del siglo XXI

se aprecia que los nuevos fármacos

biosimilares presentan ensayos con

varios centenares de pacientes, es

decir, números superiores a menudo

a los de varios medicamentos

innovadores. No debe extrañar que

los titulares de estas autorizaciones

de comercialización exijan precios

relativamente altos para entrar en el

mercado. Por otra parte, la defensa

que hacen las empresas innovadoras

en situaciones de competencia

darían notablemente con respecto

hace tan solo una década, tiempo

en el que la empresa innovadora

tendía a ceder el campo comercial

al competidor genérico. Hoy no

sucede así, la escasez de innovación

en medicamentos de receta obliga al

inmediato alineamiento al precio del

medicamento genérico como línea

principal de defensa.

Esta última forma de actuación se

demuestra altamente eficaz en los

medicamentos de receta. A pesar

de que el Texto refundido de la Ley

de Garantías y uso racional de los

medicamentos y productos sanitarios

establece con toda claridad que

debe prevalecer la prescripción por

principio activo, aspecto recogido en

dicho texto legal desde hace ya diez

años, lo cierto es que se ha producido

un cambio sustancial. Al eliminarse

la prioridad del medicamento

genérico en la dispensación se

permite que ésta se efectúe siempre

de acuerdo al precio más bajo,

de agrupación homogénea o de

conjunto de referencia. El resultado

es que la marca se ha vuelto a situar

en posición similar al medicamento

genérico a efectos de dispensación

con cargo al SNS. El resultado se

concreta en un descenso de casi tres

puntos porcentuales en el volumen

de medicamentos genéricos dentro

de la prestación farmacéutica

ambulatoria del SNS. Es la primera

vez que disminuye el porcentaje de

envases de medicamentos genéricos

dispensados con cargo al SNS en

España.

Cuestión distinta es el medicamento

de uso hospitalario o dispensado en

el hospital a paciente ambulatorio.

Aquí funcionan las herramientas

de competencia por precio y las

caídas en el precio de adquisición

son muy relevantes, desplazándose

los medicamentos de marca en casi

todos los casos. La intercambiabilidad

juega un papel muy importante, ya

que no puede argumentarse nada en

favor de mantener la utilización de

medicamentos de marca si éstos son

intercambiables con sus genéricos.

““

La competencia por precio permite liberar

recursos económicos en un subsistema

sometido, a restricciones presupuestarias

pero que soporta presiones crecientes.

EL PAPEL DE LOS GENÉRICOS DESPUÉS DE 20 AÑOS EN ESPAÑA

LOS GENÉRICOS DE MAÑANA: VISIÓN

DEL MINISTERIO DE SANIDAD