revista de la asociación española de medicamentos genéricos AESEG
en genérico
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r
eportaje
papel que jugar en Europa. Y está suce-
diendo, porque unas pocas soluciones
digitales están siendo reembolsadas en
Alemania
. Estamos al principio de esta
relación y
AXA
es, probablemente, uno de
los pioneros más importantes. Pero creo
que habrá un importante factor de éxito
para aquellas startups que lo incluyan en
sus modelos de negocio”, expone.
Otro frente que debe cuidarse –y más en
una industria que se está desarrollando
rápidamente– es encontrar una proposi-
ción de valor que sea única. Como recuer-
da, los inversores siempre van a preguntar
qué hace que nuestra solución sea única y
mejor. Y las respuestas de las pymes son, a
menudo, vagas e ignoran la competencia
existente. Otras preguntas que se van a
plantear es si hay una tecnología nueva y
mejor a medio plazo, y si la integración y
el sistema de soporte están ya operativos.
“Las posibilidades de que nuestra solución
digital sea la única afrontando un reto
sanitario determinado son muy pocas, por
lo que las
startups
tienen que empezar a
dedicar tiempo a pensar en su proposición
de valor diferente al resto”, plantea.
Aprender jugando
La gamificación es un campo en el que el
crecimiento parece ser más importante.
Lardier indica que es “una de las dimen-
siones del diseño de la experiencia de uso
de la
app
, fundamentalmente a la hora de
involucrar al usuario y cambiar los hábitos.
No vemos gamificación en soluciones
para profesionales, excepto quizá con
las relacionadas con la formación de los
médicos. Muchas
apps
para consumidores
se descargan, se usan unas pocas veces y
acaban sin usarse o se borran de nuestros
teléfonos y de nuestras vidas. Sin duda, el
seguimiento de salud es mayoritario, pero
requiere compromiso. Y lo mismo sucede a
la hora de cambiar los hábitos saludables
y el estilo de vida. Por tanto, si tenemos la
posibilidad de elegir entre dos tecnologías
y una lo hace de manera divertida y la otra
no, ¿por cuál optaríamos?”
En cuanto a los dispositivos, el experto
confirma que los
smartphones
han cam-
biado el panorama. “Viajan con nosotros
a cualquier sitio y se han convertido en
fundamentales en muchas dimensiones
de nuestras vidas, por lo que era evidente
que se convertirían en fundamentales
para mejorar nuestra salud. Pero esta
tendencia no está del todo basada en lo
que llamamos
mobilehealth
: estamos
empezando a poner sensores de salud
en nuestros coches, en nuestras camas,
en los tejidos inteligentes que llevamos
puestos. La salud estará cada vez más
presente y tendrá más penetración, hasta
el punto en que estará en nuestro entorno
y en nuestras vidas sin que nos demos
cuenta. Creo que los
smartphones
serán
fundamentales en salud digital, pero se in-
tegrarán progresivamente en entornos de
salud más grandes como casas inteligen-
tes o ciudades inteligentes”, pronostica.
Adaptación
Homero Rivas
, director de Cirugía Inno-
vadora en la
Universidad de Stanford
,
afirmó en su ponencia en Barcelona que
los médicos son los últimos en utilizar la
innovación. Lardier coincide y recuerda
que los pacientes lo hicieron antes y, de
no ser por ellos, esta tendencia no habría
crecido tan deprisa.
“Por eso creo que la industria debería es-
tar agradecida a médicos pioneros como
Homero. Pero creo que no está bien culpar
a toda la clase médica: en primer lugar, la
involucración de los médicos es parte de
un gran escenario y de una estrategia más
grande de involucración de los sistemas
sanitarios. A los médicos se les enseña a
seguir protocolos, lo que está bien. Pero,
al mismo tiempo, la salud digital está
raramente incluida en su formación y
en los protocolos que aprenden. Hay un
consenso de lo que debe ser la consulta:
un encuentro cara a cara con el paciente
de una duración media de 15 minutos en
la que se decide un plan de tratamiento.
Ahora vamos a disponer de nuevas herra-
mientas que van a aumentar los cuidados
más allá de este consenso y extender su
responsabilidad más allá de las cuatro
paredes de sus consultas”.
En este sentido, Lardier se pregunta si exis-
te algún buen plan para hacer que valga la
pena esta responsabilidad extra. “La salud
digital está también produciendo un mon-
tón de datos y estamos esperando que
los médicos les den sentido y los apliquen
en sus decisiones. Pero, a la vez, estamos
produciendo tantos datos que existe el
riesgo de una sobredosis de información
que puede ser visto por los médicos como
algo que potencialmente puede llevar
a que el cuidado cara a cara se devalúe.
Los médicos quieren seguir viendo a sus
pacientes al menos tanto como nosotros
les estamos pidiendo que empiecen a ver
los datos digitales de salud”. En su opinión,
demasiadas
startups
han estado tratando
de revolucionar el flujo clínico, cuando de-
berían estar centrándose en construir
in-
terfaces
que respondan a la manera en que
trabajan los clínicos. “Seamos realistas: la
revolución de los flujos en clínica no va a
venir de una
app
, es un cambio más pro-
fundo que es preciso que suceda. Hemos
tratado de imponer nuevas herramientas a
los doctores y lo que se trata de verdad es
de cambiar la manera en la que piensan y
trabajan”, añade.
“La adopción de
innovación de salud no es
un reto técnico, sino uno
adaptativo”