EN GENERICO NUM 24

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revista de la asociación española de medicamentos genéricos AESEG
en genérico 27
ocio
la visita
Catedral Metropolitana, tradición
de nuevas formas
Poco más de cuatro años tardaron
los arquitectos Lúcio Costa
(encargado del diseño urbanístico)
y Óscar Niemeyer (diseño de los
principales edificios) en ver cómo los
trabajos sobre el papel para levantar una
nueva capital para Brasil, sede del cuerpo
administrativo gubernamental, judicial y
referente financiero, se hiciera realidad:
Brasilia. Este proyecto, desarrollado
entre los años 1956 y 1960, perseguía
dotar al Estado de una nueva capital en
el interior, lejos de la costa atlántica y
de la influencia de la tradición colonial
portuguesa propia de Río
de Janeiro o São Paulo
y en la que, además,
estuviera presente una
de las características
más genuinas del país: su
profunda religiosidad.
Un primer intento de
trasladar esa estrecha relación del pueblo
brasileño con la fe fue la de diseñar la
planta de la ciudad con forma de cruz. Sin
embargo, en la práctica, no pudo llevarse
a cabo tal y como se concibió debido a la
difícil orografía del terreno elegido para
levantarla (en la actualidad, el plano se
asemeja más a la figura de un ave con sus
alas extendidas). El segundo guiño fue
más certero gracias a la Catedral Metropo-
litana, cuya construcción finalizó en 1970.
Niemeyer recurrió para este proyecto a la
planta centralizada (circular) que, desde la
antigüedad clásica, su revisión posterior
en la arquitectura renacentista y en la pro-
pia tradición cristiana, se identifica como
símbolo de la perfección y del infinito.
Su diseño es fiel a su impronta personal,
de formas compactas y limpias. La base
tiene un diámetro de 70 metros y está
rodeada de 16 grandes columnas de
hormigón que le dan su forma ancha en
la planta y que se estrechan en una pro-
nunciada hipérbola hasta elevarse a los
40 metros que alcanzan en su cúspide,
recordando la forma que tendrían unas
manos abiertas hacia el cielo.
Grandes vidrieras rematan la estructura
que, además de permitir una entrada
directa de luz natural, la tamizan para
generar el ambiente de recogimiento
propicio, y recrean el cielo en el que se
encuentran suspendidos en pleno vuelo
los tres ángeles (de proporciones que
oscilan entre los dos y cuatro metros de
altura) diseñados por Alfredo Ceschiatti y
Croce Dante.
El conjunto, custodiado en el exterior por
las enormes figuras de los cuatro evange-
listas de Ceschiatti y un sobrio campa-
nario, es un claro ejemplo de fusión de
tradición e innovación. Su concepción y
diseño se nutren de la simbología que ha
acompañado a las grandes catedrales eri-
gidas siglos atrás, pero con un resultado
final estilizado, en perfecta consonancia
con una ciudad recién creada que aspira a
crecer para convertirse en eje de todo un
país en desarrollo.
Beatriz García Suárez
Periodista y especialista en
arte y crítica de arte por la
Univ. Complutense de Madrid
en Twitter: @beagarsua
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