Un medicamento genérico es todo aquel que presenta la misma composición cualitativa y cuantitativa en principios activos y la misma forma farmacéutica que un medicamento original y que ha demostrado bioequivalencia con dicho medicamento original o de referencia. Se reconoce por tener en el etiquetado las siglas EFG (Equivalente Farmacéutico Genérico).
La principal diferencia está en la denominación: el medicamento genérico adquiere el nombre de la sustancia medicinal que lo compone. Los genéricos se comercializan en el mercado una vez que la patente del medicamento original ha caducado y que ha sido autorizado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
La ventaja principal de los medicamentos genéricos radica en el ahorro del precio final de venta al público, que puede suponer hasta un 60% menos que el precio del medicamento original, ya que sobre los genéricos no repercuten las inversiones realizadas por cada compañía farmacéutica en descubrir el medicamento.
Sí, ya que los medicamentos genéricos se someten a los mismos procedimientos y controles que el resto de medicamentos y son autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es el organismo encargado de revisar, evaluar y autorizar la información contenida en las fichas técnicas de todos los medicamentos. La ficha técnica es la información oficial que está autorizada por la AEMPS y que se puede consultar a través de la página web www.aemps.gob.es o bien en el teléfono 902 510 100.
Sí. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad es la autoridad competente que autoriza el precio máximo de los medicamentos genéricos, asegurándose que sea bastante más bajo que el del original de referencia. Los genéricos son más económicos, ya que no requieren amortizar costes de investigación.
La consecuencia directa de la utilización de los medicamentos genéricos es que la reducción de precios supone un ahorro como mínimo un 40% con respecto al coste del medicamento original con marca equivalente. Los genéricos suponen un beneficio para el ciudadano, al pagar menos por el fármaco, al mismo tiempo que contribuyen a racionalizar el gasto público en medicamentos sin que por ello disminuya la seguridad, la calidad y la eficacia del genérico.
Debido al sistema de precios de referencia español, en la práctica, el ahorro alcanza como media un 60% respecto a los precios anteriores a la aparición del medicamento genérico.
Las siglas EFG significan “Equivalente Farmacéutico Genérico”.
Al igual que con cualquier otro medicamento, es la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o la “European Medicine Agency” (EMA) quienes autorizan los medicamentos genéricos.
Es absolutamente falso. No hay un 20% de variabilidad en la eficacia del medicamento, ni en el contenido real de principio activo, sino que hay un 20% de variabilidad en la absorción del fármaco. Esto ocurre con cualquier medicamento sea o no genérico.
Cuando se hace un estudio de biodisponibilidad, en todo el mundo se admite una variabilidad del 20% que es la variabilidad farmacocinética individual a cualquier medicamento.