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han demostrado ser elementos
catalizadores del uso de genéricos.
En resumen, las medidas que
favorecen el uso de los medicamentos
genéricos en los países de la OCDE
son: competencia en precios por
parte del genérico y el medicamento
de marca, incentivos a los pacientes
para evitar copagos e incentivos
a las farmacias para dispensar
medicamentos genéricos e
incentivos a los profesionales para su
prescripción.
Si analizamos la situación española
actual encontramos que en nuestro
país las medidas adoptadas han
abogado por la igualación de precios,
la desaparición de la discriminación
positiva en las farmacias y la ausencia
del copago evitable, dando lugar
a una situación de estancamiento
en el mercado de genéricos. En
cambio, países tan cercanos como
Portugal están experimentando un
crecimiento sostenido en la cuota
de los medicamentos genéricos,
gracias a la intensificación en
el diferencial de precios con los
originales, los incentivos a farmacias,
cuyos márgenes comerciales se
complementan con retribuciones por
cada genérico dispensado, y con la
aplicación de copagos evitables y
potentes campañas de información
y sensibilización. Por este motivo,
creo esencial un cambio en la política
farmacéutica en lo relativo a estimular
el medicamento genérico.
Debemos hacer que el medicamento
genérico pueda competir con el de
marca y para ello es esencial que
existan diferencias de precios, ya
sean directas o de elección por parte
del paciente con la posibilidad de
tener un copago evitable si elige el
medicamento genérico. Sin embargo,
en España el debate sobre el copago
siempre está teñido de un sesgo
ideológico y muchas veces se utilizan
aproximaciones simplistas al afirmar
que la utilización de copagos evitables
es favorecer una sanidad de ricos y
otra de pobres. No obstante, desde
mi opinión esos argumentos no tienen
ninguna justificación, ya que ponen
en tela de juicio la calidad, eficacia y
seguridad del medicamento genérico.
Por tanto, la introducción de un
copago evitable acompañado de una
información adecuada a la población
sobre los medicamentos genéricos
no debería tener ningún efecto
nocivo sobre la equidad ya que, de
no ser así, estaríamos admitiendo
que los medicamentos genéricos
son peores o de menor calidad que
los medicamentos de marca. No
es cuestión de pagar más por el
medicamento bueno y pagar menos
por el medicamento menos bueno y
que sólo las personas de rentas altas
pueden acceder a los medicamentos
mejores. La regulación, las
autoridades sanitarias, las de industria
y la evidencia clínica han puesto de
manifiesto que los medicamentos
genéricos son medicamentos
bioequivalentes que ofrecen los
mismos resultados de eficacia y
seguridad que los medicamentos de
marca. La cuestión es pagar más por
un medicamento que ha hecho un
esfuerzo de inversión en I+D y que ha
gozado de un periodo de protección
mediante una patente o pagar
menos por un medicamento que no
ha tenido que hacer dicha inversión
““
Debemos hacer que el genérico pueda
competir la marca y para ello es esencial
que existan diferencias de precios, ya
sean directas o de elección por parte del
paciente