revista de la asociación española de medicamentos genéricos AESEG
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r
eportaje
corporativas son muy importantes para
los laboratorios. Pero yo he visto en mi
farmacia confusiones y duplicidades
muy graves por envases que son idén-
ticos excepto porque los miligramos
están en otro color. Y no solo ha pasado
en personas de la tercera edad, la gente
va al color de la caja más que al nombre
y he visto que, por ejemplo, un matri-
monio toma por error la medicación
del otro –cuando uno toma medicación
para el colesterol y otra para el insom-
nio– porque las cajas son muy pare-
cidas o iguales. Porque, en cualquier
caso, la seguridad del paciente está por
encima de la identidad corporativa de
ningún laboratorio».
En este sentido, Francisco Martos recuer-
da que
Japón
obliga a que el medicamen-
to genérico tenga la misma bioapariencia
que el medicamento original. «Se han
puesto en marcha acciones legislativas
en
Francia
y en
España
solicitando que
el genérico, además de ser igual, parez-
ca igual. Creo que es un aspecto muy
importante –también para el médico– y
la tendencia es que esta idea se irá impo-
niendo», pronostica.
Antes de las redes sociales
Puede tenerse la percepción de que los
bulos nacen con la popularización de las
redes sociales de los últimos años, pero
lo cierto es que aparecieron antes. Un
ejemplo es un artículo publicado en 2010
en la revista IT del Sistema Nacional de
Salud. Fue escrito por
Cristina Avendaño
,
que entonces era directora de la
Agencia
Española de Medicamentos y Produc-
tos Sanitarios
(AEMPS), junto a
César
Hernández
y
Alfredo García Arrieta
que
eran, respectivamente, subdirector ge-
neral de medicamentos de uso humano
y jefe del servicio de farmacocinética y
medicamentos genéricos de la citada
organización.
El artículo recalca la calidad, eficacia y
seguridad de los genéricos, la cantidad
de principio activo, la bioequivalencia
y el uso de excipientes, que pueden ser
distintos a los empleados en el medica-
mento de referencia. Esta circunstancia
se atribuye a que, en ocasiones, el uso
de ciertos excipientes está patentado
pero «en cualquier caso, los medicamen-
tos genéricos utilizan siempre excipien-
tes de uso farmacéutico y de uso muy
frecuente en la correspondiente forma
farmacéutica».
Para los autores de este artículo, en
cuanto al debate sobre la apariencia de
los genéricos y su diferencia respecto
a los de referencia, los autores de este
artículo recuerdan que debe hacerse hin-
capié «en informar a los pacientes de que
los cambios en apariencia no conllevan
cambios en la eficacia y la seguridad y en
implantar las medidas adecuadas para
que las políticas de sustitución cumplan
su objetivo de reducción de costes con
las mínimas sustituciones en los medi-
camentos dispensados, puesto que el
intercambio continuo no es deseable
aunque los medicamentos sean inter-
cambiables».
Desde su punto de vista, no es factible
obligar a que los genéricos tengan el
mismo aspecto que el medicamento
de referencia por varios motivos. Entre
otros, que los genéricos son, a menudo,
de ámbito europeo o global, donde susti-
tuyen a originales con diversa apariencia.
Además, hay aspectos de propiedad que
desaconsejan o impiden que los gené-
ricos se presenten como imitadores de
los medicamentos de referencia. Como
recalcan, los medicamentos genéricos
son fármacos de otra compañía, pero de
los que la AEMPS garantiza su intercam-
biabilidad.
¿Y si no existieran los genéricos?
Como recuerda
Jaime Espín
, doctor en Economía y profesor de la
Escuela
Andaluza de Salud Pública
, los medicamentos genéricos surgen como
resultado de la expiración de la patente de la molécula innovadora. «A partir
de entonces, los gestores de las políticas farmacéuticas suelen utilizar dos
instrumentos para mejorar el acceso a estos medicamentos genéricos: el
primero es una regulación de su precio a través de los sistemas de precios
de referencia como, por ejemplo, sucede en
España
; el segundo es sin
regulación de precio, permitiendo que la competencia del mercado sea la
que determine el precio de estos medicamentos genéricos. De este modo, a
mayor competencia, el precio suele ser menor como sucede, por ejemplo, en
Reino Unido
», detalla.
Como recalca este experto, con independencia de las políticas de genéricos
que se utilice, el resultado es el mismo: se conseguirá que el mismo principio
activo tenga un precio inferior a antes de la expiración de la patente y, por lo
tanto, habrá un mejor acceso a ese medicamento. «Es por ello que no se puede
concebir un sistema sanitario sin una política de genéricos adecuada que
permita hacerlo más sostenible», destaca.
Jaime Espín concluye que medicamentos innovadores y medicamentos
genéricos son parte esencial de los sistemas sanitarios y unos no podrían vivir
sin los otros: si solamente existieran medicamentos innovadores, los sistemas
sanitarios serían insostenibles; si solamente existieran medicamentos
genéricos, no se producirían mejoras en los resultados en salud a largo plazo.
“Medicamentos innovadores
y medicamentos genéricos
son parte esencial de los
sistemas sanitarios y unos
no podrían vivir sin los otros”