REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 36
a industria del medicamen- to es uno de los sectores económicos más dinámicos y también uno de los que mayor impacto tiene en la sociedad y en los ciudadanos, ya que aporta soluciones para preservar uno de los bienes más importantes: la salud. Sin embargo, no esmenos cierto que, con frecuencia, el precio de esas soluciones esmuy alto, originando dificultades en la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. La incorporación demoléculas innovadoras tiene gran relevancia para el cuidado de los pacien- tes, pero su coste es responsable de una parte importante de los llamativos incrementos de financiación que necesitan los sistemas de salud. En este sentido, resulta claro que, además de incorporar nuevos principios activos en la car- tera de servicios, los poderes públicos deben garantizar que los quemedicamentos comer- cializados desde hace años y que tienen un precio ajustado, desarrollen todo su potencial para curar, mejorar o evitar enfermedades. Por este motivo, es extremadamente relevante que la Administración potencie el desarrollo de los denominados medica- mentos con valor añadido (VAM), conside- rando como tales: el reposicionamiento de los existentes (nuevas indicaciones para fármacos ya autorizados), la reformulación (combinaciones de principios activos, nuevas formulaciones, etcétera) y las com- binaciones complejas (incorporan nuevos sistemas de dosificación o tecnología adicional como apps). Es evidente que, si conseguimos que estos principios activos de menor precio sean más cómodos para los pacientes, optimi- cen la adherencia terapéutica, incrementen la eficacia o consigan nuevas indicaciones, lograremos un mayor impacto sanitario con la inversión en medicamentos. Bajo estas consideraciones, resulta particularmente interesante el documento Propuestas de consenso para un nuevo marco regulatorio de los Medicamentos con Valor Añadido elaborado por la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), ya que fija un marco para la promoción de estos medicamentos. Estas propuestas son: • Establecer una definición clara y consensuada de los VAM. • Simplificar los requisitos regulato- rios exigidos para los VAM. • Definir un modelo de evaluación ágil y sencillo adaptado a las caracterís- ticas de los VAM que destaque su mejora terapéutica. • Analizar la exclusión de algunos VAM del sistema de precios de referencia. • Contar con un proceso de fijación de precios para los VAM que sea transparente y conocido por todos los actores participantes. • Poner en marcha incentivos adicio- nales al desarrollo de los VAM que vayan más allá del precio. • Poner en marcha acciones forma- tivas para profesionales sanitarios acerca de qué son los VAM y su valor terapéutico y social. • Llevar a cabo acciones informativas dirigidas a los propios gestores y reguladores para dar a conocer los beneficios que los VAM aportan al sistema. • Desplegar actividades formativas en colaboración con las asociaciones de pacientes y otros organismos como las organizaciones de consu- midores, para informar a pacientes y opinión pública. Sin duda, se trata de propuestas razonables y de no muy complicada implementación. Si todos los agentes de la cadena del medicamento, especialmente los distintos estamentos de la Administración (cen- tral, autonómica, sanitaria, económica, industrial, científica, etc.) considerasen estas propuestas, podríamos conseguir una mejora en la salud de la población con un nivel más ajustado de inversión. SOSTENIBILIDAD Medicamentos con valor añadido: valoración y expectativas L LAS PROPUESTAS DE CONSENSO PARA UN NUEVO MARCO REGULATORIO DE LOS VAM PLANTEADAS POR AESEG SON RAZONABLES Y DE NO MUY COMPLICADA IMPLEMENTACIÓN EMILIO VARGAS Jefe de Servicio de Farmacología Clínica Hospital Clínico San Carlos Catedrático Dpto. Farmacología y Toxicología Universidad Complutense de Madrid Vicepresidente Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) opinión www.aeseg.es | 28 NÚMERO 36 | DICIEMBRE 2022
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