REVISTA EN GENÉRICO NÚMERO 32
SERIES l confinamiento nos permi- tió ponernos al día de cosas que estaban a la espera de poder pasar más tiempo en casa: lecturas (gracias a Domingo Villar por Ojos de agua, La playa de los ahogados y el Último barco); cocina (garrote para los ‘atracones a mano armada’ de Martín Berasategui y David de Jorge ‘Robin Food’); y, cómo no, series de televi- sión: desde la esperada quinta temporada de Better call Saul , hasta la original Babylon Berlín , pasando por joyas como The Night of o Mindhunter , sobre la que escribo a continuación. Pues al lío. ¿Qué les dicen los nombres de Ed Kemper , Monte Ralph Rissell , Jerry Bru- dos , Richard Speck , Darrel Gene Devier , Da- vid Berkowitz , Paul Bateson , William Pierce Jr. , William Henry Hance , Wayne Williams o Dennis Lynn Rader ? Probablemente nada, aunque si añadimos el de Charles Manson , seguramente ya intuirán de qué hablamos: de asesinos en serie. Es a través de sus ma- cabras “obras” sobre las que se expande el argumento de las dos temporadas (Netflix, 19 episodios) de Mindhunter , serie que tiene como referente el libro ‘ Mind Hunter: Inside the FBI’s Elite Serial Crime Unit ’, de Mark Olshaker y John E. Douglas . La serie, en cuyo puente de mando está el productor y director David Fincher ( Seven; El club de la lucha, Zodiac… ), tiene como punto de partida el trabajo iniciado a finales de los 70 por la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI: la elaboración de perfiles psicológicos de asesinos múltiples para aplicar esos conocimientos a casos reales. ¿Los encargados del cometido? Un joven impulsivo, narcisista y entusiasta de las nuevas metodologías, Holden Ford ( Jo- nathan Groff ); y un veterano agente con más tablas que un mueble de Ikea encadenado a una complicada situación familiar, Bill Tench ( Holt McCallany ). Ambos se inspiran en los personajes reales que formaron la unidad: el propio John E. Douglas y el criminólogo Robert K. Ressler . Este equipo, que acuñó por primera vez el término serial killer , se completa con una psicóloga en modo Jekyll & Hyde (cara per- sonal y cara profesional), Wendy Carr ( Anna Torv ), que aporta la pátina de academicismo y que tiene su referente real en la doctora Ann Wolbert Burgess . Tres personalidades diferentes que se combinan en una espiral de subidas y bajadas a distintos infiernos, en las que se entremezclan los rasgos más significativos de cada uno: fragilidad psi- cológica, drama familiar y vida sentimental clandestina e inestable. Con estos ingredientes se cocina, a fuego lento, entrevista a entrevista, viaje a viaje por las prisiones del país, una adictiva primera temporada marcada por encuentros que permiten avanzar en el análisis de la conduc- ta de asesinos secuenciales: en la prisión de Vacaville (California), con el ‘asesino de colegialas’, Ed Kemper (genial interpreta- ción de Cameron Britton ); en la de Salem (Oregón), con el ‘asesino fetichista de los zapatos’, Jerry Brudos ( Happy Anderson ); o en la de Stateville (Illinois), con el ‘asesino de enfermeras’, Richard Speck ( Jack Erdie ). Para atraparlos hay que aprender a pensar como ellos; eso sí, ese aprendizaje deja, más allá de la resolución de algún caso, secuelas en los investigadores. La segunda temporada, si bien mantiene intacta la atracción de la primera, pierde el factor sorpresa con el que la serie des- lumbró en su presentación en sociedad. La visión más analítica deja paso a una trama más centrada en la evolución personal y profesional de los investigadores y en un caso absorbente: los asesinatos que golpearon Atlanta a finales de los años 70. Todo bajo el ruido de fondo de los fogona- zos que dibujan, durante las dos tempora- das, la trama secundaria del ‘asesino BTK’ ( bind, torture and kill ), Dennis Lynn Rader ( Sonny Valicenti ), culminada con la guinda del pastel: la entrevista en la prisión de Corcoran (California) a Charles Manson ( Damon Herriman ). El final de esta temporada deja cabos sueltos que deberían ser anudados, se- gún las previsiones iniciales de los crea- dores, en otras tres temporadas. Pero el proyecto está paralizado y no sabemos si tendremos más episodios de este serial thriller . Veremos. Mindhunter: en la cabeza del asesino en serie E ocio JUAN NIETO Director de Comunicación FEDIFAR en Twitter: @johnjohn1600 MINDHUNTER OFRECE UNA TRAMA QUE TIENE COMO PUNTO DE PARTIDA EL TRABAJO INICIADO A FINALES DE LOS 70 POR LA UNIDAD DE CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO DEL FBI: LA ELABORACIÓN DE PERFILES PSICOLÓGICOS DE ASESINOS MÚLTIPLES PARA APLICAR ESOS CONOCIMIENTOS A CASOS REALES www.aeseg.es | 31 o cio NÚMERO 32 | NOVIEMBRE 2020
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